miércoles, 7 de abril de 2010
Como ya le habían dicho: ¡ Estaba completamente LORCA !
Hacía muchísimo calor, no podía casi ni respirar, notaba su espalda totalmente húmeda, se había transformado en una cascada totalmente vertical. Pero no podía parar o todo su esfuerzo habría sido en vano.
Al cabo de unos minutos no sabía si el sudor de su frente era cálido o frío, sus piernas temblaban, ¡cómo dos putos flanes!. Pero estaba contenta, bueno no demasiado; el árbol de enfrente no paraba de moverse y los coches que la esquivaban parcían bailar bacalao, era una sensación similar a cuando su hermana y su prima la llevaban al parque y la obligaban a subirse a ese columpio llamado "la rueda" que no paraba de dar vueltas y más vueltas. Lo odiaba, lo odiaba con todas sus fuerzas y a esta sensación también. Ella tan solo deseaba parar, respirar y seguir, pero no podía.
Le pareció escuchar algo detrás de ella pero sabía que si giraba el cuello gastaría mucha energía, aunque ya llevaba mucho rato corriendo y quizás una distracción no le iría mal. Se giró y vió como un cachorro le seguía, alegre, saltarín, para él era un juego. La sacó una sonrisa y se sintió mucho mejor, además por fin llegaba a un pueblo, necesitaba ver que no había desaparecido la vida como se rumureaba entre su pelo. Era un pueblo con aspecto mafiosopaleto, muchos adosados cerca de la carretera, niñatos con 18 y 20 años que conducen coches que no podrán acabar de pagar nunca, mujeres que vienen de recoger a sus hijos/as del cole y visten de gala para la ocasión, todas estas imágenes giraban en espiral, como el deseo, como la angustia que le hacía estremecerse.¡Oh! una fuente se paró a beber y se desvaneció.
Agosto 2007.
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